Mosaico de papel de seda

Un mosaico hecho de trocitos de papel de seda que rellenan un dibujo dotándolo de color. Me gustó sobre todo el toque de mezclar tonalidades. Estoy segura de que en cuanto veáis la foto sabréis como se hace, porque no tiene ningún misterio. Aun así os dejaré la lista de materiales y el desarrollo.

Materiales
  • Papel blanco (mucho mejor si es reciclado, ya sabéis, uno que este usado por una cara y no sirva para nada)
  • Plantilla de dibujo (mas abajo os pongo varias) o un dibujo sencillo y amplio (flor, pez, ...)
  • Pegamento en barra y cola blanca licuada con agua (o barniz si tienes)
  • Pincel
  • Tijeras
  • Papel de seda
  • Cartulina de un color que destaque un o dos dedo mas grande que el dibujo.
Desarrollo
  1. Selecciona un dibujo con tus hijos, uno que no tenga apenas detalles, solo la linea exterior.
  2. Imprime o haz el dibujo marcando bien las lineas exteriores
  3. Prepara papel de seda de los colores que escojáis juntos y corta trocitos cuadrados (lo mas parecidos que podáis), como teselas de mosaico.
  4. Pegar las "teselas" que tengáis recortadas, con pegamento en barra será mas práctico, unta bien de pegamento en un trozo del dibujo y cúbrelo de papelitos
  5. Ir recortando mas papelitos según necesitéis. Deja que ellos recorten como puedan, si es necesario siéntalos encima tuyo y pon tu mano sobre la de ellos. La idea es enseñarles a recortar poco a poco. Es algo que tienen que aprender y quién mejor que tu para enseñarles
  6. Seguid pegando papel hasta cubrir todo el dibujo, podéis mezclar colores para dar mas énfasis a algunas partes, o porque le guste a ellos.
  7. Recorta por las líneas exteriores y pega el trabajo en la cartulina con pegamento de barra, para enmarcarlo.
  8. Para acabar usa un pincel y mójalo en la mezcla de cola blanca y agua escúrrelo bien antes de pasarlo por encima, hasta de la cartulina, pero sin dejarlo mojado, solo una capa rápida. Con cuidado para no levantar los cuadrados de papel que estén mal pegados y ponlo a secar.

Los mosaicos romanos eran bonitos pero no como este que ademas de tener los colores mas vivos tiene un recuerdo pegado.
En un hotel en el que me deje la piel a tiras, como en otras ocasiones, por cubrir el hueco de dos animadores cuando solo estaba yo. Por las mañanas debía haber miniclub y deportes para adultos, y ambas cosas a la vez, para evitar quejas del tour operador de turno, tenía que cubrirlas yo, porque aquí en España no se cumple aquello de "deja que se quejen para que los jefes cambien de opinión" mas bien seguirán en sus trece, bajarán precios cuando los que vienen les dejen de visitar y se contentarán con ese cliente que no tiene educación, con el cual tu trabajo no solo estará mal pagado, también será un infierno. Porque los del bar están tras la barra, los recepcionistas tras el mostrador, la junta directiva tras la puerta, pero el animador...este no tiene donde esconderse y trabaja codo con codo con el cliente y mas de un codazo he recibido sin tener la culpa yo.
Por eso este Mosaico es tan importante, me multipliqué, como en otras ocasiones, haciendo una actividad de dibujo (colorear con otra cosa que no sean pinturas, y dejándolo al libre albedrío) de modo que mientras arbitraba, y jugaba al waterpolo con los adultos, atendía las necesidades y preguntas que les surgían a los peques en el miniclub, una mañana de locos como otras veces que me multiplicaba, pero esa vez supe que había merecido la pena, que no solo ganaba un ajustado salario si no algo que no tiene precio y es que una de las pequeñas decidió hacer esta maravilla para mi que tanto me esforzaba por alegrarles las vacaciones...
Hoy recibo detalles parecidos que por supuesto valen mucho mas,  y es que la sangre tira mucho, mi hija me trae dibujos y un sin fin de cosillas que me encantan, pero cada vez que veo ese mosaico recuerdo porqué me gustaba tanto ese trabajo y porqué lo echo de menos. Podía tener mil cosas malas pero la buena era que los clientes te apreciaban precisamente por ese esfuerzo extra.
Ademas de compartir con vosotros esta pequeña y sencilla actividad querría dar ánimos a todos esos monitores o animadores que se sienten infravalorados y recordarlos que no lo son tanto, si no todo lo contrario. Que una sonrisa bien vale el esfuerzo.

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